El mercado de la iluminación se ha relacionado con el mundo electrónico desde hace ya bastante tiempo. Pero es con la llegada del Led como elemento principal de iluminación, cuando esta relación se ha hecho muy estrecha y definitivamente imposible de destruir. Diodos Led y componentes electrónicos son caras de una misma moneda y en iluminación, un diodo led no es nada sin los componentes electrónicos que le dan vida.
Es cierto que la iluminación Led ha venido a invadir el ámbito del mercado eléctrico, en donde hasta ahora nadie se preocupaba demasiado de entender conceptos como “driver”, “corriente continua constante”, ni tampoco de otros dispositivos contenidos en éstos como son los “transistores” o los “condensadores electrolíticos”, entre otros.
Los Ingenieros e Instaladores eléctricos dominan conceptos en donde la “corriente alterna” es la base fundamental, mientras que los Ingenieros Electrónicos comparten con aquellos los preceptos fundamentales de la teoría eléctrica, pero la “corriente continua” y los componentes que la manejan, son sus aliados. Dos mundos tan similares tan teóricamente vinculados, pero a la vez, tan separados.
El mercado de la Iluminación con Diodos Led ha venido a unir definitivamente esos dos mundos, obligando a ambos a conocer algo más a los unos de los otros.
Lógicamente no se le va a pedir a un Ingeniero Eléctrico o a un Instalador Eléctrico que sepa cómo afecta o funciona un circuito integrado PWM insertado en un driver que mueve una lámpara led, así como tampoco se le pedirá que domine las calidades y funciones del resto de componentes que se hallan insertos en un dispositivo de este tipo.
Por otro lado, sí que es fundamental conocer de manera general ciertos aspectos de estos componentes porque con ello, podemos valorar mejor las calidades, expectativas de vida, durabilidad y en definitiva, el tipo de instalación que estamos haciendo.
Los condensadores electrolíticos
Dentro de ese mundo de pequeños elementos que componen los dispositivos electrónicos que controlan los leds, siempre se encuentran los condensadores y dentro de ellos, especialmente los de tipo “electrolítico”.
Y nos centramos en ellos porque, en contra de lo que pudiera parecer, son uno de los elementos clave que van a mandar sobre la durabilidad y calidad de las fuentes de alimentación y drivers que se usan con los Leds de cualquier dispositivo de iluminación.
Ya sea internamente (como ocurre en las lámparas, tubos o focos de led) o bien externamente, como en el caso de otros elementos led que llevan sus drivers a la vista, en todos los casos hay “condensadores electrolíticos”.
Un condensador consta de dos placas conductoras separadas por un material dieléctrico. Los condensadores son capaces de almacenar energía: cuando conectamos el condensador a una fuente de voltaje, comienza a circular corriente por el circuito y una de las placas adquiere carga negativa y la otra positiva. Cuando se apaga la fuente y se conecta una carga, comienza a circular corriente desde el condensador hacia la carga, hasta descargarse.
El valor de su capacidad viene expresado en Faradios, aunque para estos valores tan pequeños se usan valores de microfaradios o picofaradios.
Es un dispositivo relativamente barato, sencillo, de apenas unos céntimos de valor, pero se usan por millones y en una misma placa puede haber decenas de ellos. Por ello, los fabricantes sí que tienen en cuenta el factor precio.
¿Y cómo nos influye esto en nuestros dispositivos led?
Muchas veces y de manera desenfadada e inconsciente, se habla de que una bombilla led dura 50.000 horas o incluso muchas más horas, pero da la casualidad de que la bombilla lleva un driver interno y ese driver lleva componentes, entre ellos algún condensador electrolítico y esos elementos son los que van a marcar la vida de nuestra lámpara.
Pongamos un ejemplo:
¿Cuántos kilómetros puede andar un coche en su vida media?
¿Podríamos decir que unos 250.000 kms sería considerada como una cifra correcta?
Seguramente la mayoría de nosotros podríamos afirmar esto como dato cierto en un 90% de los casos.
Y con ello llegamos a otra pregunta: ¿es posible hacer esos 250.000 km con las ruedas instaladas de fabrica?
Es evidente que esto NO es posible…; durante esa vida en kilómetros usted cambiará varias veces de neumáticos y entre ellas, podrá elegir neumáticos más caros o más baratos, de una u otra marca, unos que duran 50.000 km y otros que a los 30.000 km están pidiendo a gritos su renovación, es decir existen neumáticos de todas las calidades y precios.
Pues en el mundo de los condensadores electrolíticos ocurre exactamente lo mismo.
Hemos comentado que estos dispositivos llevan líquido en su interior y como todo líquido, tiende a secarse. Esto ocurre siempre de todas las formas en un determinado periodo de tiempo y éste depende de la calidad del condensador.
La calidad del propio electrolito, del papel absorbente y, sobre todo, de su estructura mecánica hacen variar la vida del conjunto.
El propio cuerpo del condensador, la forma y materiales que se usan para asegurar su cierre y aislamiento del ambiente que lo rodea, inciden de manera directa en el tiempo de efectividad del dispositivo.
Esto nos lleva a aseverar que, como todo en la vida, hay multitud de marcas, calidades y precios y ello marca la expectativa de vida de nuestras lámparas.
En el ejemplo de nuestro coche, nosotros solucionábamos el problema cambiando los neumáticos siempre que es necesario, pero mucho nos tememos que cambiar los condensadores electrolíticos insertos en una lampara GU10 no es una tarea al alcance de todos, ni es rentable, ni tampoco necesaria…
Cambiar los condensadores electrolíticos de los dispositivos electrónicos es algo que se suele hacer, pero solo en dispositivos de alto valor en donde merece la pena el valor de esa tarea. Por ejemplo, es usual hacerlo en amplificadores de sonido de alta gama, cuando la fidelidad de este se ve perjudicada por la vejez de los condensadores.
En el caso de la iluminación, los drivers y sus condensadores marcan la vida de la lámpara y con ello, es necesario que se sepa que un condensador electrolítico barato de calidad media-baja apenas si tiene una expectativa de vida de unas 3000 horas.
¿Sorprendente verdad?
Si el condensador es de 3000 horas… ¿Cómo es posible que nos encontramos lámparas que dicen durar 50.000 horas?
La respuesta es que realmente un condensador no se desconecta así de repente cuando alcanza su expectativa de vida, más bien su capacidad y prestaciones se van deteriorado paulatinamente y afectan al circuito final sin efectos muy aparentes pero la realidad es que esa lámpara no está rindiendo igual en la hora número 10.000 que en la 1500.
Y lo mismo ocurre con otros dispositivos externos como fuentes de alimentación o drivers que llevan condensadores de este tipo.
Para finalizar diremos que los condensadores más eficaces para estos dispositivos pueden ser de 10.000 horas o como mucho 12.000 horas, si se usan marcas y series de alta gama que solucionan todos los problemas que hemos comentado y aumentan la expectativa de vida de nuestros dispositivos led.
Lógicamente, un precio mayor va en el paquete de esta solución y sólo los productos de mejor factura del mercado equipan condensadores de alta gama.
Adicionalmente, en dispositivos led, bueno es comprobar si los condensadores que montan son con un ratio de temperatura de 85º, 105º o 125º. Es habitual que cualquier driver inserto en lámparas led tenga que soportar temperaturas superiores a 70ºC, por lo que unos condensadores de 85º no son una buena idea y verlos en un driver de led o lámpara, ya nos indica que el compromiso de ese fabricante con la calidad no es muy estrecho…
Lo habitual es usar los de 105ºC y solo las marcas más comprometidas y de alta gama podrían montar condensadores de 125ºC.